Inicia la segunda batalla de Kharkov
Soldados soviéticos se trasladan sobre un tanque T-34, durante la batalla de Kharkov, en mayo de 1942.
El inicio de la segunda batalla de Kharkov, que continuó hasta el final de mayo, fue una nueva prueba de combate para el general Paulus y su 6º Ejército y la más severa que había enfrentado hasta ahora. Una vez más, el arte aplicado de liderazgo jugó un papel menos importante que la habilidad de las tropas alemanas para resistir.
El 6º Ejército tuvo que mantener en jaque los profundos ataques de sondeo de las formaciones blindadas, motorizadas, de caballería y de infantería soviéticas al mando del general Timoshenko y resistir hasta que las contramedidas en el flanco sur del Grupo de Ejércitos comenzarán a surtir efecto, como parte de la Operación Fridericus I, concebido por el mariscal de campo Fedor von Bock.
Aunque Bock y Paulus estaban en favor de ataques localizados y temporales como ofreciera la oportunidad, tuvieron que conformarse con menos hasta que el Alto Mando del Ejército alemán, encabezado por Franz Halder, con la concurrencia de Hitler, sancionaron una acción integral.
En esta instancia, Halder, cuyo consejo fue aceptado por Hitler, estaba en lo correcto. Fedor von Bock escribió en sus diarios estas primeras instancias de la segunda batalla por Kharkov, que echó por tierra el inicio de la ofensiva alemana de verano hasta finales de mayo:
12/5/1942
La destrucción de los elementos enemigos cercados en la Crimea se ha completado. La persecución en la dirección de Kerch continúa contra oposición desorganizada. En el sector del 6º Ejército el enemigo ha atacado con fuerzas poderosas y muchos tanques en la punta noroeste del bolso de Izyum y en Volchansk. Para media mañana era obvio que había logrado penetraciones significativas en ambos lugares. También hubo dos penetraciones, aparentemente sin importancia, más hacia el norte, en contra de la 79ª División. Solicité al Mando del Ejército que desplegara la 23ª División Panzer e informé que 71ª y la 113ª Divisiones también habían sido destinadas a detener el avance ruso. La solicitud fue concedida; pero el grupo de ejércitos fue hecho responsable para asegurarse que la 23ª División Panzer fuera utilizado solamente lo necesario y que esta división esté lista para ser empleada en “Fridericus” “¡en la fecha originalmente planeada!”. Después del mediodía se descubrió que la penetración contra el VIII Cuerpo había asumido una forma seria, por lo que el empleo de la 113ª División se había vuelto inevitable. Aparentemente las cosas eran peores en el bolso de Volchansk; la brecha es mucho más de 20 kilómetros de ancho, dos poblados en el centro de la brecha se perdieron y, por la tarde, ¡los tanques enemigos estaban a sólo 20 kilómetros de Kharkov!
El despliegue de todas las reservas disponibles, incluyendo los elementos utilizables de la 3ª División Panzer, era ahora necesario para restaurar el orden. Llamé a Halder y le dije que ejecutar “’Fridericus’ en la fecha originalmente planeada” estaba ahora fuera de discusión. Halder contestó que no tenía la orden del Führer frente a él, pero el entendía que debíamos mantenernos en nuestra misión primaria tanto como fuera posible, nuestro propio ataque y que las tropas no debían ser empleadas para reparar fallas. Yo contesté.
“Lo que tenemos aquí no es una falla, más bien que nuestra existencia está en juego”.
Mis esfuerzos estaban dirigidos para poner en acción las reservas juntas en un papel ofensivo y no desperdiciarlas. Mis órdenes al 6º Ejército fueron redactadas apropiadamente. Le solicité a Paulus, quien llegó tarde en la noche [del cuartel general del 6º Ejército en Kharkov al cuartel general del Grupo de Ejércitos en Poltava], que no atacara prematuramente y en ningún caso sin la Luftwaffe. Afortunadamente es ahora posible desplegar elementos de la Luftwaffe en la Crimea y transferirlos al 6º Ejército.
En el resto del frente, sólo incursiones de exploración. Movimientos al este de Slavyansk, en ambos lados del Bakhmut, quizá puedan ser preparativos de ataque. El 2º Ejército también sospecha que el enemigo está haciendo preparativos de ofensiva en su ala sur, pero especialmente en la norte. En el área de partisanos del 2º Ejército, la 6ª División Ligera húngara comenzó su ataque. Durante la noche un telegrama llegó del Alto Mando del Ejército, que atenuó significativamente las condiciones para el empleo de la 23ª División Panzer.
Si deseas saber más, lee “Generalfeldmarschall Fedor von Bock: The War Diary 1939-1945” [Mariscal de campo Fedor von Bock: el diario de guerra 1939-1945], editado por Klaus Gebet y David Johnston.
Tanques alemanes entran a la ciudad de Kharkov por segunda ocasión, en mayo de 1942.