Hitler explica a Mussolini el “Asunto Hess”
Joachim von Ribbentrop (a la izquierda), Benito Mussolini, Galeazzo Ciano, Adolf Hitler y Rudolf Hess. Hitler lleva un símbolo fascista en su brazo izquierdo por encima de la Hakenkreuz (esvástica), en una imagen tomada en 1938.
Hitler estaba preocupado por la reacción que pudieran tener sus aliados al conocerse el “Asunto Hess”, aunque la explicación de que Hess estaba sufriendo de alucinaciones y había caído en un estado de demencia, esto traía otros cuestionamientos en su liderazgo político.
Joachim von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi, fue enviado a Roma para reunirse de emergencia con Mussolini y brindar explicaciones al Duce, buscando calmar los nervios de los miembros del Pacto Tripartito. Galeazzo Ciano, el secretario de Asuntos Exteriores italiano, estuvo presente durante la reunión:
El asunto Hess tiene un tinte de noticias de tabloide. El sustituto de Hitler, su segundo al mando, el hombre que por quince años había tenido a su alcance la organización más poderosa de Alemania, ha hecho un aterrizaje en avión en Escocia. Escapó, dejando una carta para Hitler. En mi opinión, es un asunto muy serio: la primera victoria real para los ingleses. Al principio, el Duce creyó que Hess había sido forzado a hacer un aterrizaje mientras iba en su camino a Irlanda para iniciar una revuelta, pero muy pronto abandonó esta tesis, y ahora comparte mi impresión de este evento de excepcional importancia.
Von Ribbentrop arriba inesperadamente a Roma. Está desanimado y nervioso. Desea reunirse con el Duce y conmigo por varias razones, pero sólo existe una verdadera razón: quiere informarnos acerca del asunto Hess, el cual está ahora en manos de la prensa por todo el mundo. La versión oficial es que Hess, enfermo en cuerpo y mente, era una víctima de su alucinación pacifista y fue a Inglaterra con la esperanza de facilitar el inicio de negociaciones de paz. Por tanto, no es un traidor; por tanto, no hablará; por tanto, cualquier cosa que sea dicha o impresa en su nombre es falsa. Su conversación es un bello trabajo de remiendo de las cosas. Los alemanes quieren cubrirse a sí mismos antes que Hess hable y revele cosas que pudieran causar una gran impresión en Italia. Mussolini consoló a von Ribbentrop, pero después me dijo que él consideraba el asunto Hess como un tremendo golpe al régimen nazi. Agregó que se alegraba de esto porque esto tendría como consecuencia un desplome en las acciones alemanas, incluso entre los italianos.
Cena en casa con von Ribbentrop y sus asociados.
El tono de los alemanes es uno de depresión. Von Ribbentrop repite sus consignas en contra de Inglaterra con esa monotonía que hiciera que Göring lo apodara el “loro número 1 de Alemania”.
Parece que Bismarck, que odia a von Ribbentrop, enfatizó cada frase de su Ministro con grandes patadas bajo la mesa a Anfuso, a quien finalmente le dijo: “Es tan imbécil que es un fenómeno de la naturaleza”.
Si quieres saber más, lee “The Ciano Diaries 1939-1945” [Los diarios de Ciano], de Galeazzo Ciano.