Desembarco desastroso en Dieppe
La lancha de desembarco del Comando Nº 4 llegando a tierra en Vasterival, en el flanco derecho del asalto principal a Dieppe. La unidad logró su objetivo, la destrucción de la Batería ‘Hess’, en una acción de libro de texto; este fue el único éxito de la incursión aliada en Dieppe.
El 19 de agosto de 1942, el cuerpo de Operaciones Combinadas británicas lanzó un ataque atravesando el Canal de la Mancha hacia el puerto francés de Dieppe. La fuerza principal de tropas canadienses buscó capturar las instalaciones portuarias. Era supuestamente un ejercicio para descubrir cuán difícil sería llevar cabo una operación de esta naturaleza y un medio para desarrollar la cooperación entre las diferentes ramas de servicio para operaciones anfibias.
La Operación Jubilee es generalmente considerada como un completo desastre sin paliativos, sin haber alcanzado grandes objetivos y con 4,384 muertos, heridos o capturados de los 6,086 hombres que llegaron a tierra, mientras que la Armada Real británica sufrió 555 bajas.
Para los hombres que participaron hubo algunos combates desesperados, algunos indicios pueden obtenerse de las citaciones para las tres Cruces de Victoria que se otorgaron por las acciones de ese día, una de ellas la del capitán Patrick Anthony Porteous:
En Dieppe, el 19 de agosto de 1942, el mayor Porteous fue asignado para actuar como oficial de enlace entre los dos destacamentos cuya tarea era la de asaltar los cañones pesados de defensa costera.
En el asalto inicial, el mayor Porteous, trabajando con el más pequeño de los dos destacamentos, recibió un disparo a quemarropa a través de la mano, la bala atravesando su palma y entrando en la parte superior de su brazo. Sin desanimarse, el mayor Porteous se acercó a su agresor, logró desarmarlo y lo mató con su propia bayoneta, salvando con ello la vida de un sargento británico a quien el alemán había convertido en su objetivo.
Mientras tanto, el destacamento más grande fue detenido, el oficial liderando este destacamento fue ultimado y el sargento mayor de la tropa cayó gravemente herido. Casi inmediatamente después, el único otro oficial del destacamento también fue aniquilado. El mayor Porteous, sin dudarlo y enfrentando un fuego devastador, atravesó el campo abierto para tomar el mando de este destacamento.
Arengándolos, los condujo a una carga que los llevó a punta de bayoneta en la posición alemana, y fue gravemente herido por segunda vez. A pesar de recibir un disparo en el muslo, continuó hacia el objetivo final donde finalmente se derrumbó por la pérdida de sangre después de que el último de los cañones había sido destruido.
Por la conducta más valiente del mayor Porteous, su brillante liderazgo y tenaz devoción al deber, que fue complementaria a la función que originalmente le fue asignada, siendo una inspiración para el destacamento entero.
El edicto para la Cruz de Victoria del soldado Charles Merritt describe la acción en el intento de desembarco sobre la costa francesa:
Por valor inigualable y liderazgo inspirador, mientras que comandaba su batallón durante el asalto de Dieppe, el 19 de agosto de 1942. Desde el punto de desembarco, su unidad tenía que atravesar un puente en Pouville, el cual estaba cubierto por fuego muy pesado de ametralladoras, morteros y artillería; los primeros grupos habían sido prácticamente destruidos y el puente estaba densamente cubierto por sus cuerpos. Se requería de un liderazgo audaz: agitando su casco, el teniente coronel Merritt se abalanzó gritando ‘¡Vengan! No hay nada de qué preocuparse aquí’. De este modo lideró personalmente a través del puente a los supervivientes de al menos cuatro grupos.
Organizándolos rápidamente, los condujo hacia adelante y cuando fueron detenidos por fortines enemigos, nuevamente encabezó corridas que lograron atravesarlos. En un caso, él mismo destruyó a los ocupantes de la posición lanzando granadas en ella. Después de que varios de sus corredores se convirtieran en bajas, él mismo mantuvo el contacto con sus diferentes posiciones.
Aunque fue herido dos veces, el teniente coronel Merritt continuó dirigiendo las operaciones de la unidad con gran vigor y determinación y, mientras organizaba la retirada, acechó a un francotirador con un rifle Bren y lo silenció. Luego, fríamente ordenó la salida y anunció su intención de mantener a raya y ‘vengarse’ del enemigo. La última vez que fue visto estaba recogiendo rifles Bren y Tommy y preparando una posición defensiva que cubrió con éxito la retirada de la playa.
El teniente coronel Merritt es considerado ahora como un prisionero de guerra. Por la audacia de este oficial al mando se debe principalmente el éxito de las operaciones de su unidad y el reembarque seguro de una gran parte de ella.
El capitán John Foote, de los Servicios de Capellanía de Canadá, era el sacerdote del Regimiento sirviendo con la Real Infantería Ligera Hamilton, su edicto describe:
Al desembarcar en la playa bajo un fuego intenso, se unió al Puesto Médico del Regimiento que se había establecido en una ligera depresión en la playa, pero que sólo era suficiente para dar cobertura a los hombres acostados. Durante el subsecuente periodo de aproximadamente ocho horas, mientras que la acción continuaba, este oficial no sólo ayudó al Oficial Médico del Regimiento en cuidar de los heridos en el Puesto Médico del Regimiento, sino que una y otra vez dejó este refugio para inyectar morfina, dar primeros auxilios y transportar personal herido de la playa abierta al Puesto Médico del Regimiento. En estas ocasiones, sin importarle su seguridad personal, el capitán honorario Foote se expuso a un infierno de fuego y salvó muchas vidas por sus valientes esfuerzos.
Durante la acción, cuando la marea se redujo, el Puesto Médico del Regimiento fue trasladado al abrigo de una lancha de desembarco encallada. El capitán honorario Foote continuó, incansable y valientemente, llevando a los heridos desde la playa expuesta a la cobertura de la lancha de desembarco. También mudó a los heridos del interior de la lancha de desembarco cuando se prendieron las municiones por los proyectiles enemigos. Cuando aparecieron lanchas de desembarco, él llevó a los heridos del Puesto Médico del Regimiento a las lanchas a través de un intenso fuego. En varias ocasiones, este oficial tuvo la oportunidad de embarcarse, pero regresó a la playa ya que su principal preocupación era el cuidado y evacuación de los heridos. Él rechazó una última oportunidad para dejar la playa, escogiendo sufrir el destino de los hombres que había ministrado por más de tres años.
El capitán honorario Foote salvó personalmente muchas vidas con su esfuerzo y su ejemplo inspiró a todos a su alrededor. Los que lo observaron afirman que la tranquilidad de este heroico oficial, mientras caminaba en los alrededores recogiendo a los heridos en la playa barrida por el fuego, nunca será olvidada.
Más adelante se afirmó que por cada hombre que perdió la vida en Dieppe, más serían salvados en futuros intentos de la invasión de Europa, con ello buscando abrir definitivamente el segundo frente que tanto demandaba Stalin. El mariscal de campo alemán von Rundstedt observó:
Así como nosotros evaluaremos estas experiencias para el futuro, también lo harán las fuerzas atacantes… tal vez aún más, ya que han adquirido la experiencia a un precio muy alto. ¡No lo harán de esta manera por segunda ocasión!
Estos dos noticiarios de la época muestran imágenes y detalles del desembarco en Dieppe, aunque fuertemente censurados para efectos de propaganda, la realidad fue que los ingleses, canadienses y estadounidenses sufrieron bajas considerables y dejaron cerca de 3,000 hombres a su suerte en las playas de Dieppe a manos de los alemanes, siendo este un completo desastre para las fuerzas aliadas. El primer video es la versión alemana y el segundo muestra la versión inglesa.
Un tanque británico Churchill destruido, perteneciente al Regimiento de Calgary después del fracaso del desembarco en Dieppe, el 19 de agosto de 1942.
El HMS Berkeley hundiéndose después de ser bombardeado durante ataque diurno de las fuerzas de Operaciones Combinadas en Dieppe, Francia, el 19 de agosto de 1942. Uno de los botes del destructor sigue al lado, vacío, pero todavía unido a sus pescantes. El HMS Berkeley fue torpedeado poco después por las fuerzas británicas.
El HMS Berkeley siendo torpedeado por sus propias fuerzas después de ser bombardeado durante el ataque a plena luz de día de las fuerzas de Operaciones Combinadas en Dieppe, Francia, el 19 de agosto de 1942. Nótese como la columna de agua causada por la explosión hace ver pequeño al destructor.
La costa francesa cerca de Dieppe después del fracaso de la operación Jubilee. En la foto se aprecia un tanque inglés Churchill Mk IV destruido y soldados canadienses heridos en las playas de desembarco.
Un prisionero alemán, Unteroffizier Leo Marsiniak, siendo escoltado en Newhaven. Fue capturado en la batería de cañones en Varengeville por el Comando Nº 4.
Algunas de las tropas canadienses descansando a bordo de un destructor después del ataque a plena luz de día de las fuerzas de Operaciones Combinadas en Dieppe, Francia, el 19 de agosto de 1942. El estrés causado por la operación puede verse en alguna de sus caras.
Fotografías tomadas de la filmación de las cámaras de las ametralladoras de un Supermarine Spitfire Mark V, pilotado por el Sargento M. Liskutin del Escuadrón Nº 312 (Checoslovaquia) de la Real Fuerza Aérea (RAF), derribando un Dornier Do217 sobre el Canal de la Mancha, mientras patrullaba sobre un convoy de barcos regresando del ataque en Dieppe.