Una pausa en la guerra del desierto
Artillería alemana en el desierto en el verano de 1942.
En el desierto había ahora una tregua en los combates al tiempo que ambas partes consolidaban sus posiciones. La última semana de julio había visto a las fuerzas británicas -principalmente australianas y neozelandesas- imposibilitadas para romper el cerco a pesar de los valientes ataques, que al final de cuentas terminaron con fuertes bajas. Había cada vez mayor desasosiego en la clase dirigente británica debido al progreso de la campaña.
El nuevo enfoque de la campaña estaba en las líneas de suministro, las fuerzas alemanas estaban atascadas muy adentro en el desierto, al final de una larga cadena de aprovisionamiento que se extendía a lo largo del Mediterráneo. Los británicos estaban ahora mucho más cerca de sus bases de abastecimiento en Egipto y podían esperar la inminente llegada de una cantidad cada vez mayor de municiones -incluyendo los muy necesarios tanques estadounidenses-. Rommel necesitaba atacar de nuevo pronto si quería tomar ventaja de su posición hasta el momento en el este. Mientras le escribía a su esposa, él se sentía optimista:
Si quieres saber más, lee "The Rommel Papers" [Los documentos de Rommel], editado por B. H. Lidell-Hart.
Dos mariscales de campo alemanes, Erwin Rommel y Albert Kesselring. Ambos se reunieron en Libia en los primeros días de agosto de 1942 para discutir la situación del aprovisionamiento.