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El avance japonés en Malaya no se detiene

Tropas japonesas cruzando un río mientras cargan sus bicicletas durante la campaña en la Malaya británica. Las bicicletas permitían a las unidades japonesas movilizarse rápidamente a través del terreno selvático, superando y cortando a las fuerzas británicas.

Las fuerzas británicas, australianas, indias en la Malaya británica y Singapur estaban enfrentando un completo desastre en la campaña contra el imperio japonés. Desde el inicio de los combates, las fuerzas japonesas contaron con supremacía naval y aérea.

 

Los británicos estaban en franca retirada ante la falta de elementos y equipo que pudiera hacer frente al ataque japonés; aunque los ingleses estaban volando una gran cantidad de puentes en un intento por detener el avance nipón, las tácticas japonesas en la jungla estaban dando resultado, con la infantería movilizándose en bicicletas, mismas que en ocasiones eran confundidas con tanques, aumentando la tensión y temor de las fuerzas aliadas.

 

Cecil Brown, corresponsal de guerra, después de haber sido rescatado del hundimiento de HMS Repulse, ahora se encontraba en Singapur, dando noticias de los acontecimientos en el Lejano Oriente:

Viernes, 2 de enero de 1942:

 

Es sorprendente la forma en que los ataques japoneses cada noche son realizados casi a la misma hora. Habitualmente son capturados por los reflectores, pero vuelan para lanzar sus bombas en perfecta formación y hasta ahora no los he visto romper la formación ante el fuego antiaéreo. Los antiaéreos han mejorado algo, pero están lejos de ser eficientes. Los japoneses dan la impresión de total indiferencia a las defensas británicas. Evidentemente, estos bombarderos están recorriendo alguna distancia, ya que sus bombas son algo ligeras. Sólo hacen un cráter de tres pies de profundidad y cuatro pies de diámetro.

 

De lo que puedo observar, los británicos todavía no muestran ninguna adaptabilidad a los métodos en la selva de los japoneses. En otras palabras, los británicos aún siguen cargando sus mochilas de cuarenta libras y combatiendo de la misma forma como lo hicieron antes de que los japoneses empezaran a mostrarles trucos lindos en tácticas de infiltración.

 

La gente está siendo instada a vestir de blanco durante los apagones para evitar ser atropellada por los autos. Algo curioso es que las mujeres chinas insisten en vestirse completamente de negro porque están convencidas que así las bombas no las encontrarán.

Si deseas saber más, lee “Suez to Singapore” [Del Suez a Singapur], de Cecil Brown.

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