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El infierno del Blitz en Plymouth

Imagen de las calles de Plymouth, Inglaterra, después de los bombardeos ocurridos el 20 y 21 de marzo de 1941.

Las noches de 20 y 21 de marzo de 1941, la ciudad de Plymouth, en Inglaterra, fue víctima de uno de los bombardeos más indiscriminados del Blitz alemán. 336 personas perdieron la vida y 49,950 viviendas fueron afectadas, de las cuales 3,754 fueron destruidas por el intenso bombardeo.

 

El Rey Jorge VI y la reina Isabel habían visitado Plymouth la tarde del 20 de marzo, para continuar impulsando la moral de los británicos ante los devastadores ataques. Frances Margaret Stanaway, tenía 15 años de edad, recordó los eventos:

El Rey y la Reina llegaron a Plymouth el 20 de marzo de 1941. Era una tarde preciosa ese día, muy buen clima. Cuando se fueron, eso fue todo, el gran bombardeo comenzó. Esa noche, fue el infierno en la tierra. Escuchamos los aviones yendo por encima de nosotros -los motores tenían un sonido distintivo-, por lo que sabias que no era uno de los nuestros volando. Estábamos escondidos en nuestro pequeño refugio. Podías ver hacia fuera y ver las llamas de Plymouth. Toda la ciudad estaba en incendiándose.

Otra habitante de Plymouth, Lilian Northwood, relató su experiencia años más tarde, ella tenía 16 años la noche del 20 de marzo de 1941:

La primera noche de la Blitz fue el jueves 20 de marzo de 1941, mi madre había estado enferma, debido a la preocupación de la guerra. Ella se había preocupado tanto por mi hermano Les, quien se encontraba en el Desierto Occidental sirviendo con el Octavo Ejército, y mi hermano George, que estaba en el Servicio de Bomberos de Londres y que había estado en el grueso de los bombardeos allá. Mi hermano Stan todavía estaba en Inglaterra a la espera de irse al extranjero; mi hermano mayor Charlie estaba en la R.A.F. [Real Fuerza Aérea], estacionado en Weeton, cerca de Blackpool, y en aquel tiempo mi hermana Doreen estaba cumpliendo con el A.T.S. [Servicio Territorial Auxiliar] en Devonport. El marido de mi hermana Edna, Bill Cooper, había dejado Inglaterra el 18 de marzo con destino desconocido hacia el extranjero pero, obviamente, a uno de los frentes de guerra, que más tarde resultó ser el Desierto Occidental.

 

 

Creo que fue poco después de las ocho que la sirena sonó, casi de inmediato hubo un terrible cañoneo y luego las bombas empezaron a caer, era una terrible sensación sentarse en el refugio y escuchar el silbido de las bombas, el silbido cada vez más y más fuerte antes de explotar con un tremendo estruendo. El mundo entero parecía estar temblando y reverberando alrededor de nosotros, parecía que cada bomba venia hacia nosotros. Este bombardeo se prolongó por horas, más que cualquier otro ataque previo, parecía no tener fin; eventualmente hubo una pausa durante bastante tiempo antes de que finalmente escucháramos el todo sereno. Volvimos a la casa para encontrar que, sorprendentemente, había escapado a los daños, pero el brillo rojo en el cielo nos dijo que no muchas calles habían sido tan afortunadas como la nuestra, las ventanas rotas siendo el único daño evidente debido a la explosión de las bombas que cayeron en las calles vecinas. Durante la mañana empezamos a oír hablar de la destrucción horrible en nuestra ciudad, que todas las grandes tiendas se habían esfumado, cientos de personas murieron y se anunció en la radio en el boletín de prensa que Plymouth había sido ‘Coventrizada’ [término acuñado por los nazis para describir la total obliteración de una ciudad por bombardeos, debido al fuerte ataque de la ciudad de Coventry en noviembre de 1940]. Esa fue la primera vez que Plymouth había sido mencionado por su nombre, hasta entonces los bombardeos que habíamos tenido solamente mencionaban como ‘ataques pesados en una ciudad en el Suroeste’.

 

Ese jueves, el rey y la reina habían visitado Plymouth, habían recorrido la ciudad observando los daños de bombardeos anteriores, hablando con las personas que habían sido bombardeadas; su tren salió de Plymouth sólo dos horas antes de que comenzara el ataque. He escuchado comentarios de un cronista de la BBC que había estado en la ciudad para cubrir la visita real. Habló de ver los grandes almacenes en llamas con los maniquíes en las ventanas fundiéndose por el terrible calor, dando la impresión de que eran seres humanos retorciéndose, de los bomberos teniendo que esperar y observar el Guildhall quemarse porque no había agua para combatir los incendios. Después de este ataque realmente empezamos a preguntarnos qué era lo que nos deparaba.

Si quieres saber más visita el sitio de la BBC “WW2 People's War” [Segunda Guerra Mundial, La Guerra de la Gente].

El rey Jorge VI y la reina Elizabeth visitan el East End de Londres durante los bombardeos de 1941.

Dos proyectistas de cine del Servicio Territorial Auxiliar (ATS) operando un proyector de 16 mm De Vry Simplex Ampro en los almacenes de campo, en Aldershot, Hampshire, Inglaterra, en 1941. Detrás de ellas, dos chicas más del ATS se colocan en la esquina de la habitación para ver la proyección.

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