Cacería de alemanes por destacamentos soviéticos
Exploradores del ejército soviético entran en Yukhnov, durante los meses de invierno de 1942.
Vasily Grossman fue un periodista soviético que mantuvo un cuaderno de notas de sus impresiones de la campaña; viñetas sin fecha de lo que había visto. Mucho de este material encontraría lugar en sus novelas, incluyendo ‘Vida y Destino’, una de las obras maestras de la literatura que emergieron de la guerra. Pero el material original también ha sido publicado y delinea la perspectiva soviética del frente de batalla con detalle gráfico:
El teniente Matyushko lidera un destacamento destructor, cuya misión es aniquilar a los alemanes que ocupaban las casas. Los aniquiladores entran en el poblado y se precipitan al interior de las viviendas. Matyushko dijo: ‘Todos mis hombres son unos bandidos. Esta guerra en los poblados es una guerra de bandidos’. Algunas ocasiones estrangulan a los alemanes con sus manos.
La voz de un sargento se oye salir de entre el humo y las llamas: ‘No disparen aquí, he capturado esta casa’.
Un miembro del destacamento destructor entró en una casa y barrió con su mirada oscura y rápida a las personas sentadas allí. Todos entendieron que esto se había convertido en su hábito, el hábito de un hombre que irrumpe en una casa y mata. También el teniente Matyushko interpretó su mirada y de esta manera dijo, riendo: ‘¡Podía haber acabado con todos nosotros por sí solo!’
Entramos en Malinovka con el batallón de infantería motorizada (comandado por el capitán Kozlov). Las casas están en llamas. Los alemanes están gritando, ellos están muriendo. Uno de ellos, todo negro y chamuscado, está humeando. Nuestros soldados no han comido en dos días y, mientras avanzan, están masticando concentrado de mijo seco. Ellos buscan en sótanos destruidos y de inmediato obtienen algunas patatas, rellenan con nieve sus teteras y las ponen sobre brasas que se encuentran en las isbas quemadas.
¿Cómo fue que un caballo muerto acabó en el sótano? ¡Es imposible de entender! En el mismo sótano hay un barril roto de col [agriada]. Los soldados la están engullendo vorazmente. ‘Está bien, no está envenenada’. En el mismo sótano alguien está vendando una herida de un foto-corresponsal que se encuentra apoyado contra el cadáver del caballo.
Si quieres saber más ve “A Writer At War: Vasily Grossman with the Red Army 1941-1945” [Un escritor en guerra: Vasily Grossman con el Ejército Rojo, 1941-1945] editado por Antony Beevor y Luba Vinogradova.
Tanques T-34 transportando tropas del Ejército Rojo avanzan en el área de Boguchar, en el Frente Suroeste.