top of page

Ayuda británica a los rusos sin segundo frente

Trabajadores británicos posan sobre un tanque de apoyo para infantería Valentine, en el anuncio se lee: “Toda la ayuda para Rusia ahora”.

El 5 de septiembre, Winston Churchill dio respuesta a un comunicado enviado por Josef Stalin el día anterior. Stalin instaba a la Gran Bretaña para aliviar la situación desesperada en la Unión Soviética, a pesar de que la ayuda inglesa y estadounidense empezaba a fluir en forma de aviones y tanques.

 

No obstante, Churchill había consultado con su Gabinete de Guerra y la respuesta era unánime: no habría posibilidad de realizar una intervención en el continente europeo en el futuro cercano. Stalin no cejaba en su empeño para solicitar a sus aliados que tuvieran una participación más activa en la guerra, no tan sólo en la producción de material bélico, sino más bien en acciones militares:

5 de septiembre de 1941

Personal y Altamente Secreto

 

1. Contesto de inmediato en razón de su mensaje. Aunque no debemos renunciar ante ningún esfuerzo, no existe, de hecho, ninguna posibilidad de que alguna acción británica en el Oeste, excepto la acción aérea, que extraiga a las fuerzas alemanas del Este antes de que llegue el invierno. No existe oportunidad de formarse cualquier segundo frente en los Balcanes sin la ayuda de Turquía. Le daré, si su Excelencia así lo desea, todas las razones que han llevado a nuestros Jefes del Alto Mando a estas conclusiones. Han sido conversadas con su embajador en conferencia hoy en día con el Secretario del Exterior y los Jefes del Alto Mando. Una acción, por buenas intenciones que tenga, que lleve a fiascos costosos, no ayudarán a nadie más que a Hitler.

 

2. La información a mi alcance me da la impresión que la violencia culminante de la invasión alemana ha finalizado y el invierno dará a sus ejércitos heroicos un respiro. Esto es, sin embargo, una opinión personal.

 

3. Acerca de suministros. Estamos bien al tanto de las penosas pérdidas que la industria rusa ha sostenido y cada esfuerzo se ha hecho y seguirá haciéndose por nosotros para ayudarle. Estoy comunicando al Presidente Roosevelt hacer más expedito el arribo de la misión del señor Harriman a Londres y trataremos, incluso antes de la Conferencia en Moscú, de darle la cantidad de aviones y tanques que prometemos conjuntamente enviar cada mes, aunado al suministro de hule, aluminio, tela, etc. Por nuestra parte, estamos preparados para enviarle ahora, de la producción británica, la mitad del total mensual de lo que solicita en aviones y tanques. Esperamos que los Estados Unidos suministren la otra mitad de sus requerimientos. Realizaremos todas las tareas necesarias para iniciar inmediatamente el flujo de equipo hacia usted.

 

 

5. Ahora estamos listos para hacer planes conjuntos con usted. Que los ejércitos británicos estén lo suficientemente fuertes para invadir el continente europeo durante 1942 deberá depender de eventos imprevisibles. Sin embargo, puede ser posible asistirle en el extremo norte cuando haya más oscuridad. Esperamos elevar la fuerza de nuestros ejércitos en el Medio Oriente a tres cuartos de millón antes del fin del presente año y, posteriormente, a un millón para el verano de 1942. Una vez que las fuerzas germano-italianas en Libia hayan sido destruidas, todas estas fuerzas estarán disponibles para ponerse en línea en su flanco sur y se espera aliente a Turquía a mantener por lo menos una fiel neutralidad. Mientras tanto, continuaremos castigando a Alemania desde el aire cada vez con mayor severidad y mantener nuestros mares abiertos y a nosotros vivos.

 

6. En su primer párrafo, usted utilizó la palabra “vender”. No hemos visto este asunto en tales términos y jamás hemos pensado en pago. Cualquier ayuda que podamos brindarle será mejor que sea sobre la misma base de camaradería como la de la Ley de Préstamo y Arrendamiento estadounidense, en donde no se mantiene una cuenta formal en dinero.

Si deseas saber más, lee “The Churchill War Papers: The Ever-Widening War, Vol. 3” [Los documentos de guerra de Churchill: la guerra cada vez más amplia, Vol. 3], editado por Martin Gilbert.

bottom of page