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Combate aéreo en el frente oriental

Uno de los tanques Tigre de la 3ª División Panzer SS “Totenkopf” después de su llegada a Budy (al suroeste de Kharkov), en mayo de 1943, en preparación para la próxima ofensiva en Kursk. El nuevo tanque no tiene aún insignias o pintura de camuflaje. Este es el Tigre del SS-Untersturmführer Walter Köhler. Se convertiría en el número 911.

Desde marzo de 1943, Hitler había firmado la directiva que autorizaba varias ofensivas, incluida una contra la saliente de Kursk. Cuando la última resistencia soviética en Kharkov desapareció, Manstein intentó persuadir a Günther von Kluge, comandante del Grupo de Ejércitos Centro, de atacar inmediatamente el Frente Central, que defendía la cara norte de la saliente.

Sin embargo, los avances adicionales de las fuerzas alemanas fueron bloqueados por las unidades del Ejército Rojo que habían sido desplazadas desde el Frente Central hacia el área al norte de Bélgorod. A mediados de abril, en medio del mal tiempo y con las fuerzas alemanas agotadas y necesitadas de reacondicionamiento, se pospusieron las ofensivas de la directiva de marzo.

Los magros logros para estabilizar la línea dieron a Hitler la oportunidad de emitir la Orden Operacional número 6, que ponía en marcha la operación ofensiva en Kursk, con el nombre clave de Zitadelle [Ciudadela], que estaba planeada para inicialmente para el 3 de mayo, pero el retraso en los preparativos y suministros pospusieron la fecha de inicio hasta el 5 de julio.

No obstante, el aumento en la actividad en la zona era evidente, como lo denota Hans Roth, un cazador tanques sirviendo en 299ª División de Infantería. Aunque Roth fue declarado desaparecido hasta junio de 1944, esta constituye su última entrada en sus diarios de combate:

6 de mayo

 

Hay mucha actividad el día de hoy. A la luz del amanecer un escuadrón de bombarderos soviéticos vuela sobre nuestra línea del frente. Repentinamente realizan un viraje agudo, se van a pique y se aproximan hacia nuestra posición a gran velocidad. Por experiencia, ahora ellos deben estar abriendo sus compuertas de bombas y la muerte deberá empezar a llover sobre nosotros. Pero no sucede nada. En su lugar estamos ahora escuchando el aullido familiar de nuestros cazas. Nos pegamos contra las paredes de la trinchera y observamos cómo se desenvuelven los eventos en el claro cielo matinal en donde estaban combatiendo por vida y muerte. Las apretadas maniobras evasivas y el tiroteo han empezado. Nuestros aviones caza se abalanzan sobre los bombarderos más lentos, cuyos artilleros están intentando derribarlos. El fuego de la boca de las ametralladoras y los cañones de a bordo destellan en el cielo. Nuestros cazas realizan su ataque y luego vuelven a subir violentamente con sus motores aullando para colocarse por encima de los bombarderos enemigos. Un bombardero soviético en el cielo comienza a caer, inclina su ala derecha y se va a tierra dando vueltas para explotar en llamas brillantes. Dentro de los próximos tres minutos, cuatro bombarderos soviéticos más encuentran el mismo destino. En este día, 74 aviones soviéticos fueron derribados en nuestro sector.

Ayer, nuestros primeros Tigres llegaron y se posicionaron en una amplia línea detrás de nuestro sector. Esto nos da una sensación de tranquilidad, debido a que los Rojos también están reuniendo sus unidades de tanques al otro lado. El frente está lleno de cañones antiaéreos de todos los calibres y tamaños.

Estamos tranquilos y confiados porque el invierno ha finalizado y el sol nos pertenece sólo a nosotros.

Si deseas saber más, busca el título “Eastern Inferno: The Journals of a German Panzerjäger on the Eastern Front, 1941-43” [Infierno oriental: los diarios de un cazador de tanques alemán en el frente oriental, 1941-1943], editado por Christine Alexander y Mason Kunze.

Un Raupenschlepper Ost, diseñado como solución a los deteriorados caminos de la Unión Soviética, moviliza material y suministros antes de la ofensiva de Kursk.

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